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Cuanto la industria se une, todo el país gana.


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Más de 100 mil familias dependen del sector calzado en México. Defenderlo no es una consigna: es una responsabilidad nacional.

 

La unión del sector calzado mueve a México

 

Hoy el sector calzado mexicano puede decirlo con claridad y orgullo: cuando la industria se une, los resultados se alcanzan.

 

Frente a uno de los contextos más desafiantes de su historia reciente, la industria nacional del calzado ha respondido no con resignación, sino con organización, estrategia y visión de futuro. La defensa del sector no es sólo una tarea institucional: es la defensa del empleo, de la producción nacional y de una cadena de valor que sostiene a más de 100 mil familias en México.

 

Desde la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG) y la Cámara Nacional de la Industria del Calzado (CANAICAL), se ha construido una agenda clara con las autoridades del Gobierno de México, en realidad, con los tres niveles de gobierno: fortalecer la competitividad, garantizar condiciones equitativas y cerrar espacios a prácticas que distorsionan el mercado.

 

No se trata de cerrarle la puerta al mundo. Se trata de competir con reglas claras.

 

Piso parejo para competir con talento, diseño y calidad

 

El sector calzado mexicano no pide privilegios. Exige pisos parejos.

 

Competir en igualdad de condiciones permite que la industria apueste por lo que sabe hacer mejor: diseño, innovación, calidad y talento humano. Pero cuando el mercado se ve afectado por abusos en esquemas comerciales, evasión o prácticas desleales, no sólo se afecta a las empresas: se pone en riesgo a miles de trabajadores, sus familias y comunidades enteras.

 

Por eso, el trabajo encabezado por CICEG y CANAICAL ha sido técnico, constante y sustentado en evidencia jurídica y económica. La estrategia ha sido clara: construir soluciones institucionales, no discursos; resultados concretos, no promesas.

  

Hoy ese esfuerzo comienza a rendir frutos con impactos reales:

 

  • Detuvimos las importaciones masivas que abusaban del esquema de minimis, cerrando una de las puertas más dañinas para nuestra competitividad y para la recaudación fiscal.

 

  • Conseguimos la actualización de precios estimados del sector calzado, que no habían sido actualizados los últimos 10 años.

 

  • Se concretó la exclusión del calzado terminado del programa IMMEX, cerrando así una de las vías de evasión más críticas para nuestra industria.

 

  • Y también logramos la aplicación de cuotas compensatorias al calzado chino, tras demostrar con evidencia el grave daño que el dumping estaba causando a miles de familias y empleos en nuestro país.

 

Estas medidas se traducen en empleos protegidos, empresas más fuertes y familias con mayor certidumbre.

 

La defensa no termina: la vigilancia continúa

 

La industria sabe que la defensa no es un episodio; es una tarea permanente.

Hoy el sector mantiene una supervisión activa ante nuevos patrones de importación, posibles triangulaciones y mecanismos que pretendan evadir las reglas vigentes. La postura es firme: no permitir que se debiliten los avances que costaron años de trabajo colectivo.

 

La vigilancia, el análisis técnico y el diálogo institucional continúan. Porque cuando la industria baja la guardia, el impacto no llega en cifras: llega en personas.

 

Cuando una industria se defiende, México se fortalece

 

Esta historia no es de una cámara, es de una industria que decidió organizarse.

 
 
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